La biblioteca, un oasis en el tumulto de la calle, salimos y la realidad nos golpea de frente, está lloviznando, ¿seremos tan flojos que nos devolveremos?
No, somos valientes y continuamos; las busetas pasan, pasan carros particulares, esquivamos los charcos y pasamos la calle.
… Los mangos ya están podridos, pero aún se venden, “mire patrón para el jugo, están buenos”.
… La librería más fea del mundo, se suben las escaleras y se compra el libro que se necesita a dos o tres mil pesos; fea porque tantas veces le he insistido al dueño que la abra y deje entrar a la gente, la única respuesta es “no mijo porque me roban”
… El caldo con papas y costilla, ¿seré capaz de tomármelo?... tal vez no, tiene mucho aceite, mucha grasa como dicen más popularmente, o ¿será que también soy muy elitista?. Sólo Daniela lo sabrá.
¿Pero para dónde vamos?
¿Si vamos a llegar algún día?
Bueno si, es que estábamos muy impacientes.
… Tomar tinto y hablar al son del run run del fondo.
“Acá me hice la venta del día” – piensa el mesero, ¿o era una mesera?
Pero no, tan chichipatos, dos mil ochocientos pesos la venta y ¡eran diez!
Nos devolvemos por entre la plaza. A la orden patrón. Acá le tenemos lo que necesita y si no se lo conseguimos.
Y ¡por fin!, allí la vemos,
la única la inigualable,
la joya de la corona,
la nunca bien ponderada
FLOR DE JAMAICA,
señora, señorita, joven, señor, niño,
¿qué le duele?
¿cual es su mal?,
¿le duele una uña?,
o ¿es el colon el que le duele?,
¿tiene cáncer o taquicardia?,
no importa, no me lo diga,
sólo llévela,
esta auténtica joya de la naturaleza
le cura de cualquier mal,
incluso del mal de amor.
Lleve todas las que pueda,
antes que su vecino se entere,
porque él se va a llevar las que quedan.
LA FLOR DE JAMAICA,
ha logrado vencer,
todos se inclinan ante su omnipotencia,
las facultades de medicina del país,
que digo del país,
del continente,
que digo del continente,
del mundo,
todas las facultades han decidido cerrar,
han sido vencidas en franca lid
por esta maravillosa y mágica flor.
... Volvemos al silencio de la biblioteca y a escribir de afán porque el tiempo de taller se acabó y Leydi tiene que irse a su taller de danzas.
GERPOL
domingo, 20 de junio de 2010
Por la PLaza
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario